En Avengers: Endgame, Tony Stark enfrenta el desafío de desarrollar una tecnología para viajar en el tiempo, un concepto que desafía las leyes conocidas de la física. En lugar de depender ciegamente de Jarvis, su IA, Tony formula preguntas precisas basadas en su conocimiento de la materia. Pregunta sobre las anomalías temporales, la energía requerida y las ecuaciones cuánticas, permitiendo que Jarvis procese y sugiera soluciones. Este enfoque resalta una verdad universal: la IA es una herramienta poderosa, pero necesita un usuario que entienda el contexto para brillar. En el aula, esto significa que los estudiantes deben dominar el tema base—ya sea matemáticas, historia o biología—antes de usar la IA como aliado. Por ejemplo, un estudiante que conoce los principios de álgebra puede usar una IA como Wolfram Alpha para resolver ecuaciones complejas, mientras que otro sin esa base solo obtendrá respuestas sin comprenderlas.
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